viernes, 16 de septiembre de 2011

Big Twin 2011, primera ruta y primera concentración de "mi niña"

Bueno, no puedo decir que haya sido mi mejor concentración, habían muchos nervios y deseos de que todo saliera perfecto. Y esos son malos ingredientes para pasarlo bien. Tampoco ayudó que yo fuera en moto y mi amor en coche, hay que ver lo pesados que son los desplazamientos si tienes que estar pendiente de un coche. De hecho, puedo afirmar y afirmo que no volveré a ir delante de un coche porque: entre estar pendiente de la moto, del tráfico, intentando orientarme buscando el camino y, encima, comprobar que el coche estaba detrás... Acabé, en un par de ocasiones perdiendo al coche, y sufriendo un ataque de nervios de los de "padre y muy señor mio" cuando aparqué la moto.

Pero el ambiente fue "una pasada" motos por todas partes, a cada cual más bonita...aunque no tanto como la mía. El rumor de los motores harley por el paseo mientras cenábamos, la gente en su salsa y con ganas de fiesta. Este año no han dejado montar los pubs en la playa como en ediciones anteriores pero eso no ha hecho que la fiesta decayera, de hecho, hemos descubierto lugares muy chulos con música auténticamente motera. Reconozco que el recinto lo he pisado poco pero es lo que pasa cuando tienes tanto dónde elegir.

Ahora, eso sí, el sábado por la mañana tuve la gran suerte de ser invitada, por mi amigo marciano, a una ruta que el chapter de Castellón preparó para el Chapter de Madrid. La verdad es que fue mi primera ruta "100% motera", y si dejamos a un lado los problemas a la hora de aparcar y el agarrotamiento que los nervios infligían a todo mi cuerpo haciéndome parecer una "cuasimoda motera" (la espalda curvada, los brazos rígidos sujetando el manillar, la cabeza adelantada fija en la carretera...) y el sufrimiento de los que iban detrás de mí....ufff, un espectáculo digno de olvidar.

Pero la ruta estuvo muy bien, montaña, curvas, paisajes playeros con bruma...las paradas para rehidratar llenas de comentarios y risas....para repetir!!
























Podemos decir que yo estaba un poco verde para concentraciones, aunque el Big Twin era una cita obligada a la que no podía faltar, reconozco que me tengo que poner las pilas a la hora de manejarme con "mi niña".

El año que viene: dos motos, más relajación, y sobre todo, más tablas.


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