miércoles, 14 de diciembre de 2011

Castigada...sin batería

Si ya lo sabía yo...mi niña ahí, abandonada en el garaje: cogiendo polvo, mirando de reojo el coche de al lado cuando aparca para que no la roce, sintiendo en sus cilindros el abandono. Y, por otro lado,  yo mirando por la ventana cada viernes esperando con los dedos cruzados a ese fin de semana no lloviera, mirándola con dolor de corazón desde el retrovisor cuando tenía que coger el coche. Así día tras día, semana tras semana, cada una en su jaula esperando el encuentro. Por fin, llega un sábado con sol radiante, con kilómetros de asfalto esperándonos...me equipo, llego al garaje, pongo la llave en el contacto, cierro el circuito y le doy al... arraaaaaaaaaaa..... arrrrrrrraaaaaaaaaa..... arrrrrrrrrrrrrrrrr......tac, tac, tac. Noooooooooooooooooo (bueno en realidad habría que cambiar cada "o" de ese "noooooooo" por una palabra alta y malsonante)

Y allí estaba mi niña encogida de batería y con resignación en el faro. Y yo desamparada tuve que volver a casa arrastrando mi frustración junto con mi casco y mis botas. En fin, llamé a asistencia en carretera y llevé la moto al taller. Después de que le cargaran la batería y, según prescripción "médica" debo de cogerla cada semana y hacerle por lo menos 50 km. Tengo que hacer caso al doctor, así que este finde espero que no llueva.